miércoles, 6 de agosto de 2014

Federalismo Asimétrico: ruina de Castilla bajo los Austrias (II)


En el terreno fiscal, el núcleo meseteño soportó una carga durísima, recayendo sobre sus hombros el peso principal de los cuantiosos gastos derivados de la política imperial.
Julio Valdeón

- Es continuación de Federalismo Asimétrico: ruina de Castilla bajo los Austrias (I) -

Nos centraremos ahora  en unos pocos pero elocuentes datos sobre la sangría fiscal que sufrió Castilla en los siglos XVI y XVII. Para ello seguiremos a Gonzalo Martínez Díez en su obra "Fueros Sí, Pero Para Todos", libro publicado durante la época de la Transición y que lamentablemente no ha perdido ni un ápice de actualidad. Los subrayados son nuestros.
Con la unión definitiva de las Coronas de Castilla y de Aragón en 1.516 y el nacimiento de la Monarquía española, las empresas y obligaciones de esta nueva unidad como las guerras de Italia o del Imperio o con el turco no pueden considerarse ya como empresas peculiares de Castilla, sino como algo propio de la Monarquía o de sus Reyes y por lo mismo comunes a todos los reinos integrados en la Monarquía. 
Y esto no obstante durante más de dos siglos todo el peso fiscal de la Monarquía se va a volver casi exclusivamente sobre el reino de Castilla que será sistemáticamente exprimido, esquilmado y empobrecido por los excesivos y desproporcionados impuestos de los que se verán libres en cambio los otros reinos de la Monarquía como Navarra, Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca.
Famoso poema de Quevedo escrito desde la rabia de quien observa impotente como la discriminación que sufría Castilla la estaba llevando a la ruina. ¿Será el Siglo XXI castellano igual que el XVII? 
Sobre Castilla, además de los impuestos medievales, los monarcas de la Casa de Austria harán recaer cuantiosos servicios ordinarios y extraordinarios, millones, almojarifazgos, rentas de Granada, etcétera, todos los cuales en su integridad gravitarán únicamente sobre los pecheros, lo que aumentará todavía más la injusticia de los mismos. En cambio la alcabala, impuesto que no reconocía exentos, quedará encabezada en una cantidad o fija o de progresión muy lenta, perdiendo cada día importancia relativa. 

Si calculamos las aportaciones fiscales de Castilla para un año ordinario del reinado de Carlos V, 1.553 (...) obtendremos los siguientes resultados en maravedís:

Rentas ordinarias..........  500.520.000
Maestrazgos.................  88.592.000
Servicios de las cortes.... 150.000.000 
TOTAL................................739.112.000

El equivalente a estos impuestos en los reinos de la Corona de Aragón eran los subsidios votados en cortes cada 5 años normalmente en el reinado de Carlos I por 300.000 libras Cataluña, 200.000 Aragón y 100.00 Valencia, equivalentes a 197.647.000 maravedís de los que 1/3 quedaba en los reinos para asuntos propios. La aportación real de 131.765.000 maravedís en cinco años correspondería a 26.388.000 anuales para los tres reinos. 

Comparando estas cifras con el número de habitantes que Carande halla para cada reino tendremos que a cada castellano le corresponde pechar 101 maravedís por los conceptos antedichos y a cada habitante de los tres reinos de la Corona de Aragón 20 maravedís: la presión fiscal pues que Castilla sufría era un 500 por 100 más que la de Cataluña, Aragón o Valencia

Y no hemos calculado la aportación de las Indias pertenecientes a la Corona de Castilla devorada en su integridad por las empresas militares de los Austrias: nos hemos limitado exclusivamente a los territorios peninsulares del reino de Castilla (...).

Y este desequilibrio fiscal empobrecedor y aun despoblador de Castilla lejos de aminorarse no hará sino aumentarse todo a lo largo del siglo XVII hasta alcanzar valores del 700 por 100 en relación con los otros reinos. 

Así, en 1.623 según datos de Domínguez Ortiz, mientras la alcabala en Castilla había pasado de 890.000 ducados en 1.553 a 2.754.768 desde 1.612 (...) los estados de la Corona de Aragón continuaban contribuyendo con 200.000 ducados entre Cataluña, Valencia, Aragón y Mallorca. En proporción a la población de ambos contribuyentes  la presión fiscal sobre Castilla sería un 838 por 100 mayor.

Y estos ingresos fiscales no se gastaban en servicios públicos productivos de variada índole, sino que en su casi totalidad se empleaban en gastos militares fuera del reino de Castilla, en sostenimiento de la Corte y en mercedes reales entre todos los súbditos de la Monarquía. 
El Recaudador de Impuestos, Pieter Brueghel (1.564-1.638). El Estado "asimétrico" organizado por los Habsburgo propició una presión fiscal inaudita sobre Castilla, que como consecuencia acabó empobrecida y despoblada.
Esta tremenda desigualdad fiscal va a perdurar sin notables rectificaciones hasta que Felipe V acabada la Guerra de Sucesión, establece en toda la Península una administración borbónica unificada y fija las cuantías que en proporción a su población y riqueza deberán aportar los diversos reinos de la monarquía. 
Las frías cifras  ponen al descubierto el continuado y monstruoso expolio que sufrió Castilla durante los siglos XVI y XVII, la profunda puñalada que la desangraría y que trocó el prometedor futuro del que hablábamos en la anterior entrada por crisis, ruina, y despoblación. El comercio decae, la producción se desploma, el número de habitantes se estanca o decrece.  ¡Cómo no nos van a venir a la memoria las palabras que el gran Miguel Delibes dejara escritas allá por los años setenta del pasado siglo!:
A Castilla se la ha ido desangrando, humillando, desarbolando poco a poco, paulatina, gradualmente, aunque a conciencia.
Con todo y con eso, aun los castellanos tenemos que aguantar a quienes desde la periferia y movidos  por la ignorancia o por la mala intención, insisten en pintar al régimen caótico, asimétrico y totalmente ruinoso (al menos para nuestra tierra) de los Austrias como un ejemplo de respeto por la diversidad y un precedente... ¡¡digno de ser emulado!!

No podemos pues sino coincidir con Gonzalo Martínez Díez cuando concluye:
No creo que haya que buscar causas ocultas al declive relativo de Castilla que se inicia desde el mismo siglo XVI, no hay economía capaz de resistir este desigual trato fiscal sin que comience a acusarse un desequilibrio regional. 
Visto el atroz resultado que supuso para Castilla el experimento de estado "asimétrico" implementado por Carlos I y sus sucesores, nos gustaría creer que la Historia al menos servirá de recordatorio para que no se repita. Al fin y al cabo, nuestros antepasados de aquella época no disponían de voto ni de libertad de expresión. Ojalá los castellanos de hoy hagamos valer nuestros derechos y la más elemental justicia y pongamos en el sitio que merece a todo aquel indeseable que pretenda  privilegiar a otros territorios a costa nuestra. Ojalá.



5 comentarios:

  1. ¿Unión definitiva? ¿En serio? ¿Por eso hubo agrios enfrentamientos durante el siglo XVI entre quienes consideraban que los aragoneses, entendiendo por ello a los habitantes de la Corona de Aragón, no podían partir a Indias? ¿Por eso muchos coetáneos consideraron que, tras el momentáneo permiso que se cree hubo entre 1526 y 1573, no fue hasta el reinado de Felipe III cuando pudieron ir a Indias tranquilamente? Ello no quiere decir que no fueran a Indias algunos, que seguro fueron del mismo modo que fueron extranjeros que lo tenían prohibido, pero el propio testamento de la Católica es evidente al respecto: Castilla y lo que es de Castilla para los castellanos. Y la Corona de Aragón sin puerto para comerciar con América hasta el siglo XVIII. En cualquier caso, no eran empresas peculiares de Castilla, ni siquiera de Aragón, ni tampoco de todos los territorios de los Austrias. Eran empresas del rey.

    Si Castilla pagaba más era por varios motivos y más allá de razones políticas, se pueden encontrar algunos factores económicos o estructurales que explican por qué Castilla contribuía más. El primero, porque era más rica. Mucho más rica, lo que puede explicar por qué cada persona podía soportar más contribución. El segundo, porque le superaba ampliamente en población, lo que puede explicar por qué, además de esa sobreexplotación fiscal, el monto total siempre sería más grande aunque las cargas fueran equitativas. El tercero, porque convocar Cortes para percibir dinero era mucho más sencillo cerca de la corte que lejos. A partir de ahí se pueden aducir muchas más razones de tipo político o social.

    El drama castellano durante la Modernidad es indudable. Pero creo que te equivocas de tomo y lomo si crees que los privilegiados eran los aragoneses por pagar menos. En absoluto. Los vasallos aragoneses pagaron menos durante el siglo XVI pero durante el XVII, si bien siguieron pagando menos que Castilla (y no menos que toda Castilla, porque ahí tienes a Navarra y las Vascongadas), pagaron lo que pudieron. No tienes más que leer las descripciones de las economías de la Corona que hicieron los propios coetáneos para percibir que la decadencia también era palpable en esas tierras.

    Sin embargo, ¿quién se aprovechaba de la mayoría de prebendas y cargos, de las conquistas? Los hombres de Estado castellanos, nobles, juristas, eclesiásticos... ¿De verdad ves justo tener que pagar lo mismo para que luego los privilegiados fueran abrumadoramente de un sólo territorio de la monarquía? Supongo que sabrás que los votos de los servicios eran un do ut des, es decir, que se le daba a la monarquía dinero, pero esta a cambio también soltaba algo. Y ten por seguro que en ese sentido el rey era completamente consciente de quiénes pagaban más y quiénes pagaban menos. Ahora bien, ¿lo que quieres es que todos paguemos lo mismo y que sólo se beneficie a unos pocos en función de su situación geográfica?

    En lo referente a las reformas fiscales borbónicas, no sé si sabes que las filipinas afectaron prácticamente a la Corona de Aragón, pero no a Castilla, que se opuso de frente a estas innovaciones (especialmente los nobles, claro). De hecho, no sé si te suena el Catastro de Ensenada y el fracaso de la única contribución ya en 1749. Este innovador principio económico, por el cual cada uno debía pagar en función de su riqueza, ¿también se vino abajo por culpa de lo que había dejado de ser la Corona de Aragón al final de la guerra de Sucesión?

    Creo que lo que estás comentando es un suceso histórico que nada tiene que ver con lo que ocurre en la actualidad. Y creo que lo que dices no está demasiado lejos de las propias distorsiones históricas que lleva a cabo el nacionalismo catalán. Los que se cargaron Castilla no fueron los aragoneses, fueron los Austrias y los nobles castellanos.

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  2. Respuesta a Anónimo9 de noviembre de 2014, 17:41
    1º El hecho de que hubiera conflictos no implica que no hubiera unión. Se podrá discutir el grado de autonomía que tenía cada territorio durante determinada época, pero es evidente que desde los Reyes católicos hasta el presente, cuando menos y con la excepción de algunos pocos años en medio de la guerra, ha habido un único gobierno central, una única política exterior y un único ejército. Conflictos entre estados y entre razas ha habido muchos en Estados Unidos y nadie discute que constituyen una unidad.
    2º. El tema de la colonización americana es fascinante, y probablemente abundaremos en alguna entrada posterior, pero no era el tema central de esta. No obstante, si hay algo evidente es que, diga lo que diga el testamento de Isabel la Católica al respecto, (que además por cierto se presta a diversas interpretaciones), nunca dejaron de asentarse aragoneses, catalanes y valencianos en América. Luego si pedía que se reservara el nuevo mundo para los castellanos, bien poco caso le hicieron su marido y sus descendientes. Coinciden en ello casi todos los historiadores y Vd, mismo lo viene a reconocer. Se conservan multitud de documentos de la época prohibiendo el acceso de conversos a determinadas dignidades o profesiones o incluso a establecerse en ciertos lugares. ¿Donde están la leyes y decretos que impedían a los naturales de la Corona de Aragón establecerse en América?. Como algunos lo mezclan todo dirán que desde Barcelona no se podía comerciar con América. Pero resulta que desde Santander, Málaga o Gijón, tampoco. El comercio americano estaba centralizado por los reyes en Sevilla porque era más facil de controlar y por tanto de gravar con impuestos, no para impedir a los aragoneses nada.
    3º No es que Castilla pagara más durante el siglo XVI: es que lo pagaba casi todo. En terminos relativos, descontando la diferencia de población, la presión que soportaban los castellanos era al menos cinco veces superior a la de los habitantes de la Corona de Aragón. Las cifras hablan por sí mismas. Y a lo largo del XVII, cuando ya la crisis había hecho estragos y Castilla estaba empobrecida y despoblada, siguió pagando igual. Las cifras siguen hablando por sí mismas. Que una parte de la Corona de Castilla, (las provincias vascas) estuvieran exentas, lo único que hace es concentrar todavía más el peso en los castellanos y por tanto la injusticia del sistema.
    5º Creo no equivocarme señalando que los fueros de la Corona de Aragón obligaban frecuentemente a que distintos cargos de aquellos territorios fueran dados únicamente a los naturales. Dado que América era parte de la Corona de Castilla parece lógico que los cargos principales se dieran igualmente a castellanos. Teniendo en cuenta la mayor población de Castilla y la diferencia entre lo que pechaban los castellanos y los otros reinos, no parece extraño que hubiera mayor proporción de castellanos en los altos cargos del gobierno y en el ejército. Aunque tampoco faltaron catalanes o aragoneses en puestos principales (ejemplo Requesens o Antonio Perez). En cualquier caso, ante la tremenda sangría fiscal que padecía Castilla el derecho de contar con unos cuantos altos funcionarios más está a años luz de ser compensación suficiente. Estaremos todos de acuerdo en que ninguno de los otros reinos le arrendaría la ganancia.
    6º En ningún caso pretendemos insinuar que la culpa de la tremenda crisis castellana la tuvieran los aragoneses, pueblo hermano y apreciado y con el que tantas cosas e intereses tenemos en común. La culpa fue la instauración por la monarquía de los Habsburgo, a partir de 1.521 y tras la derrota de los comuneros, de un sistema territorial asimétrico, y fiscalmente injusto que exprimió y empobreció a Castilla.

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  3. He ahí la clave: no hay un documento que diga que los aragoneses no pueden ir a Indias, pero lo que sí hay es la evidencia de que, hasta la "liberalización" de Felipe III apenas fueron aragoneses a Indias y, por supuesto, pocos (muy pocos) ocuparon puestos de relevancia en la adminstración americana. La emigración aragonesa hacia América empezó a ser habitual en el siglo XVIII, hasta entonces fue algo muy esporádico. He ahí que había un sentimiento de extranjería patente, a lo que hay que sumar el típico recelo castellano sobre los aragoneses, el mismo que los aragoneses tenían sobre los castellanos.

    Tampoco había un ejército único durante el gobierno de los Austrias, sobre todo en el siglo XVI, entendiendo por ello un ejército territorial, nacional o estatal, sin que se me malinterprete. De hecho, le fracaso de la Unión de Armas ya en el siglo XVII es buena prueba de ello.

    Como bien dices, había una serie de fueros que impedían el acceso a castellanos a detrminados cargos de la Corona de Aragón. Pero estos se incumplían con una facilidad pasmosa. En el caso concreto de Aragón, por ejemplo, con el pleito del virrey extranjero al poco tiempo de comenzar a reinar Carlos. Esto se enquistó y explotó en 1591 con la llegada de Pérez.

    Pero que Pérez adujera que era aragonés no nos debe hacer pensar que fuera aragonés. Él nació en Guadalajara y si llegó hasta donde llegó fue porque su padre ya era secretario de Carlos. Padre, por cierto, que había nacido en Segovia. Incluso las malas lenguas dicen que era hijo de Éboli, que de aragonés tampoco tenía mucho, pero que sí estaba emparentado con una de las familias castellanas más importantes, los Mendoza. El caso de Requeséns es similar. Nació en Barcelona y era hijo de la Cardona, sí; pero de nuevo, si llegó hasta donde llegó fue porque su padre, noble castellano, fue nombrado ayo del futuro Felipe II. Y a él, como no era extraño, le nombraron paje del príncipe, con quien compartió educación, así que de catalán le debió quedar poco (el apellido y porque su madre se empeñó en que constase primero para no perderse, otra cosa que era muy habitual). Los dos ejemplos que aduces se tiran al suelo fácilmente, pero es que no hay muchos mejores. A mí el primer aragonés que me viene a la cabeza como hombre de Estado es Aranda, ya en la segunda mitad del siglo XVIII. Incluso en los puestos del Consejo de Italia había predominio castellano (y eso que esos territorios entraron por vía de Fernando, el cual no olvidemos pertenecía a una casa castellana), del mismo modo que ocurría en aquellos puestos aragoneses que no estaban protegidos por fuero.

    La Corona de Aragón pagó menos. Sí, pero dentro de sus posibilidades acabó tan arruinada como Castilla. Eso no benefició a ninguno de los reinos, como bien dices, pero sí beneficiaba la contrapartida que el rey ofrecía, los puestos, a los hombres que manejaban el cotarro. Y esos hombres, te pese o no, eran mayoritariamente castellanos. Si Castilla se arruinó fue por los Austrias y sus nobles, lo mismo que Aragón.

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    1. ¿Y porqué habían de ir a las américas quienes nada arriesgaron ni pagaron para su conquista? Tampoco iban a los dominios castellanos gentes de otros reinos europeos. "Hoy, valencianos y valencianistas presentan al banquero valenciano Luis Santangel como el financiador del descubrimiento de América. Veamos los hechos: Fuentes castellanas fehacientes, acreditan que el préstamo concedido por Luis Santangel no se hizo para ese fin, sino para financiar la reconquista de Granada que fue anterior a la empresa del descubrimiento de América (cita referenciada en la próxima página) El erario castellano devolvió el dinero prestado a Santangel puntualmente, antes de que Cristóbal Colón partiera con las carabelas en busca de nuevas tierras. ¡Vana gloria! la de quienes pretenden haber sido parte de una empresa a la cual no contribuyeron ni con hombres ni con dineros. En todo caso, el prestamista o banquero no es protagonista de los hechos, pues su fin primero y último es cobrar lo prestado con intereses, al margen del éxito o fracaso de la empresa que financie. El mérito corresponde al emprendedor que se responsabiliza de la empresa tanto en el éxito como en el fracaso, a nadie más. De haber fracasado, hoy no estarían los valencianos y catalanes haciendo suyo el fracaso. Poco importaba al prestamista valenciano el éxito o fracaso del descubrimiento, él tenía la devolución de su dinero asegurada por las garantías del erario castellano, siempre fiable. Veamos documentalmente el caso:

      Don José B. Valdunciel, en escrito dirigido al Diario ABC de Madrid y publicado en el mismo el 26 de Septiembre de 1.990, nos dice: "...si bien es cierto que Luis de Santangel escribano del equipo aragonés de Fernando en Castilla, había hecho algunos empréstitos para la empresa de Granada, y no se habían pagado en el momento de las capitulaciones con Colón, el millón y medio de maravedís que prestó a la Reina el judío Isaac Abraham, está documentado que La cita es a su vez de D. Vicente Rodríguez Valencia. Instituto Ysabel la Católica de Hª Eclesiástica. Valladolid)"
      La unión con la corona de Aragón fue ruinosa para Castilla.

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  4. 11 de noviembre de 2014, 0:06 Anónimo
    No quiero tampoco eternizar la discusión pero de Requesens además de ser, como bien señala Vd., nacido en Barcelona, decía su madre, la condesa de Palamós en carta a la abuela: "Lluïset besa les mans de vostra senyoria i diu que estudiarà molt, i així ho fa, i que no serà aveciat, i que totstemps se recorda de vostra senyoria, i que la vol més que a tots nosaltres, i que vol ser català: que ja defensa la terra ab los altres patges del príncep [Felip] que li diuen mal de Catalunya". Que quiere que le diga, no se trata de hacer como los del Institut Nova Historia y declarar que todo personaje importante de la época es catalán. Pero en el caso concreto de Requesens, parece que razones para ello hay más que de sobra.
    Por otro lado, entre otros ejemplos de cargos de primer nivel de la época ocupados por catalanes podemos citar a Miguel May (embajador en Roma), Antonio Cardona (Virrey de Sicilia), Berenguer de Oms (general de las galeras españolas), Miguel de Boera, (Capitán General de la Armada) o Hugo de Moncada (general en jefe del ejército que ocupó Roma).
    En cuanto a Antonio Pérez, si bien es verdad que su lugar de nacimiento no está claro, también es cierto que en la época, la nacionalidad a la que pertenecía un sujeto la podía recibir de su padre sin necesidad de haber pisado aquella tierra. Muchos descendientes de vizcainos afincados en Castilla reclamaban su "vizcainidad" entre otras cosas para librarse de pechar los desproporcionados impuestos a los que como castellanos estarían obligados. En la Chancillería de Valladolid habia incluso una "Sala Vizcaina" para dirimir los juicios por estos asuntos.
    La familia de Antonio Pérez era originaria de Monreal de Ariza. Cuando se escapó de la justicia real, se presentó como aragonés ante las instituciones forales. Desde su exilio en Francia siguió presentándose como aragonés (y arremetiendo duramente contra los castellanos). Así que en mi humilde opinión, razones para considerarle aragonés, desde luego hay unas cuantas. Un saludo

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